Experiencia artística Vientre
Artistas: Yamile Hernández y Giovanni Reina, localidades Rafael Uribe Uribe, Antonio Nariño y Puente Aranda.
Vientre es una experiencia artística que se genera a partir de una instalación plástica basada en objetos lumínicos simbólicos, que permiten propiciar un ambiente gestacional en medio de la oscuridad, con la intención de evocar la relación madre e hijo desde el vientre materno.
Se inicia tejiendo un cordón umbilical que sirve como puente para un reconocimiento de quienes hacen parte de la experiencia, luego se realiza pintura corporal en los niños y madres permitiendo que a partir de dibujos expresen lo que sus hijos generan en ellas y en su vida; posteriormente, a través de la luz violeta se iluminan sus cuerpos mostrando esto que ellas dibujaron. Al compartir con ellas el libro La gran fábrica de las palabras de Agnes de Lestrade y Valeria Docampo, es posible reflexionar sobre el poder de la expresión oral, dando paso al uso de dispositivos intercomunicadores “Babyfonos”, tiempo durante el cual las madres en un espacio de intimidad regalan a sus hijos palabras de amor, susurros, arrullos y todas estas palabras que cotidianamente no dicen.
Para finalizar, se realiza una introspección que parte desde el momento actual llegando hasta el vientre materno, evocando una memoria que permite que las madres recuerden su niñez y todos los cambios que han vivido a través de la vida (cambios físicos y emocionales, mentales, entre otros).
El poder conocer los contextos de cada uno de los asistentes a la experiencia es de gran valor, ya que se obtienen elementos para comprender las dinámicas y entornos familiares y así, tejer lazos de comunicación entre los niños y sus familias, esto como una vía para generar nuevas formas de relación sensible con los otros.
En este sentido, detenerse sobre elementos que parecen tan obvios como la palabra y hacer consciente su poder es un aporte en la construcción de la paz, el reflexionar sobre lo que decimos a las personas, considerar que una palabra puede detonar en la otra persona diferentes sentimientos (positivos o negativos), nos invita a la búsqueda de formas de solucionar problemas sin dañar a los demás y desde el entorno familiar, a establecer unas prácticas de amor y buen trato que fortalezcan las relaciones madre/padre e hijos.