Armonía de Luz

Experiencia Artística Armonía de luz

Artistas: Marcela Carolina Rodríguez y Gina Verónica Mora.

Realizada en localidades Rafael Uribe Uribe, Antonio Nariño y Puente Aranda

La intención artística con niños busca propiciar una experiencia sensorial en torno a la luz (específicamente luz ultravioleta), como materia que transforma y modifica el espacio. Para ello, El teatro negro de Praga se establece como uno de los referentes a señalar; un tipo de representación teatral en donde la manifestación escénica de los personajes y objetos transcurren dentro de un espacio negro; de forma que los elementos solo pueden ser percibidos por el espectador a partir de la adecuación del material y de la disposición de la luz ultravioleta, un tipo de luz que hace que los tejidos, materiales y colores fluorescentes o neones resalten.

En esta experiencia artística particularmente, la relación de la luz con los niños y las niñas, se manifiesta a partir de la narración del cuento El Encuentro de Lucía, creado por las artistas Marcela Rodríguez y Verónica Mora, por medio del cual se establecen diversos juegos de color a través de los elementos elaborados, los cuales se disponen en el espacio en sincronía con diferentes ritmos musicales que acompañan la narración y que se activan con la exploración e interacción por parte de niños y cuidadores.

La experiencia reconoce al niño como agente creador, quien en su interacción con los dispositivos completa la experiencia. Los adultos asistentes manifiestan que es un espacio ajeno a su cotidianidad que les proporciona un momento de tranquilidad, en donde muchas veces es posible abandonar las preocupaciones diarias por un instante.

La experiencia se convierte en una construcción simbólica que se expresa a partir del lenguaje visual y sonoro, en ella se detonan diferentes percepciones, emociones, lenguajes y gestos corporales: llanto, risa, asombro, contemplación.

En el caso de los caminadores y gateadores, el adulto o cuidador no es quien ejerce el rol de guiar, sino que es ahora el niño quien lo invita a jugar y a entender su búsqueda.

La relación del niño con la oscuridad es otro aspecto fundamental, puesto que es el cuidador el que le brinda la seguridad y la confianza, de que estará protegido en el espacio y que es seguro iniciar la exploración.

La mayoría de padres nos trasmiten un cambio de estado en su bebé, se mueve más de lo normal y los que se mueven mucho habitualmente, pasan a estar tranquilos durante el desarrollo de la experiencia, las madres gestantes atribuyen estos cambios a los sonidos escuchados en la experiencia.

 

Esta experiencia es un aporte a la búsqueda de la paz, pues nos lleva a pensar en la palabra y su significado; la paz como un derecho, como un estado de bienestar mental y corporal, o la paz como un proceso de construcción social. Está construida como un espacio que pretende generar vínculos en entornos familiares, en los que el cuidador y su bebé tienen la libertad de habitar un espacio pensado para ellos, a partir del cual se posibilitan diferentes maneras de comunicación y expresión a través del juego y de diversos lenguajes artísticos.

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