Una casa puede ser una choza, una cabaña en el campo o algún rincón en un reino subterráneo; una cajita pequeñita que cabe en un zapato o un nido a cielo abierto. ¿Hay acaso hogar sin casa? O, ¿alguna vez te has puesto a pensar cómo se siente tu casa cuando está deshabitada? En Nidus los niños y las niñas se encontrarán con un sitio aparentemente vacío como una invitación para mirar el lugar habitado a través del dibujo como gesto plástico y el relato como gesto narrativo para traducir lo que encuentran en este espacio con historia, voz y sentido propio, pensando la casa como refugio, donde las familias se sienten a salvo y tienen la posibilidad de hacer de este un hogar.